EVANGELIO DE HOY, MIÉRCOLES 7 DE ENERO


EVANGELIO DE HOY 

MIERCOLES 7 DE ENERO

Lectura         1Jn 4, 7-10

Lectura de la primera carta de san Juan.
Queridos míos, amémonos los unos a los otros, porque el amor procede de Dios, y el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. Así Dios nos manifestó su amor: envió a su Hijo único al mundo, para que tuviéramos vida por medio de él. Y este amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó primero, y envió a su Hijo como víctima propiciatoria por nuestros pecados.
Palabra de Dios.

Comentario

El amor no es obra nuestra, no nace de nosotros, sino de Dios. Nosotros debemos vivirlo y, por supuesto, hacerlo crecer. Ahora bien, ¿cuál es el significado de esto último? Expandirlo hacia los hermanos, no hacia nuestros intereses y ambiciones.

Salmo Sal 71, 1-4b. 7-8


R. ¡Pueblos de la tierra, alaben al Señor!


Concede, Señor, tu justicia al rey y tu rectitud al descendiente de reyes, para que gobierne a tu pueblo con justicia y a tus pobres con rectitud. R.
Que las montañas traigan al pueblo la paz, y las colinas, la justicia; que él defienda a los humildes del pueblo, socorra a los hijos de los pobres. R.
Que en sus días florezca la justicia y abunde la paz, mientras dure la luna; que domine de un mar hasta el otro, y desde el Río hasta los confines de la tierra. R.

Aleluya          Lc 4, 18

Aleluya. El Señor me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos. Aleluya.

Evangelio      Mc 6, 34-44


+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato. Como se había hecho tarde, sus discípulos se acercaron y le dijeron: “Este es un lugar desierto, y ya es muy tarde. Despide a la gente, para que vaya a los campos y poblaciones cercanos a comprar algo para comer”. Él respondió: “Denles de comer ustedes mismos”. Ellos le dijeron: “¿Tendríamos que ir a comprar doscientos denarios de pan para dar de comer a todos?”. Jesús preguntó: “¿Cuántos panes tienen ustedes? Vayan a ver”. Después de averiguarlo, dijeron: “Cinco panes y dos pescados”. Él les ordenó que hicieran sentar todos en grupos, sobre la hierba verde, y la gente se sentó en grupos de cien y de cincuenta. Entonces él tomó los cinco panes y los dos pescados y, levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y los fue entregando a sus discípulos para que los distribuyeran. También repartió los dos pescados entre la gente. Todos comieron hasta saciarse, y se recogieron doce canastas llenas de sobras de pan y de restos de pescado. Los que comieron eran cinco mil hombres.
Palabra del Señor.

Comentario

Jesús asume el rol de enseñar y, por lo tanto, alimentar con su Palabra, que brota de su corazón misericordioso y pleno de ternura. Pero a quienes no tienen qué comer, no les alcanza el alimento interior, el espiritual. Y esa es nuestra responsabilidad. Por eso, la orden es muy clara: “Dénles ustedes de comer”, “háganse cargo de una vida fraterna y solidaria”, “rompan con el egoísmo y compartan lo poco que tienen”. Entonces, si hay hambre en el mundo, no tiene la culpa Dios, sino nosotros.

Oración
Jesús, acompañame en la lucha para vencer el egoísmo. Que sepa dar y entregar lo mejor que tenga para los demás. Realizá el milagro para el bien de los otros.