Coronilla a la Divina Misericordia





En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.


Oración Inicial (opcional):

"Expiraste, Jesús, pero la fuente de vida brotó para las almas y un mar de misericordia se abrió para el mundo entero. Oh! fuente de vida, insondable Misericordia Divina, abarca al mundo entero y derrámate sobre nosotros" (Diario, 1319).

Las tres oraciones de introducción (Padre Nuestro, Ave María y el Credo):

Padre Nuestro
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.


Ave María
Dios te salve María, llena eres de gracia el Señor es Contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de Tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores Ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.


Credo
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, y en  Jesucristo, Su único Hijo Señor nuestro, que fué concebido por obra y Gracia del  Espíritu Santo. Nació de Santa María  Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, Fué crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos y al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso.
Desde ahí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los Santos, el perdón de los pecados la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén


Luego con las cuentas del rosario normal se rezan  5 decenas. 

Cada decena en las cuentas grandes se comienza diciendo:

"Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los (pecados) del mundo entero."

Y en las cuentas pequeñas del rosario se responde:

"Por Su dolorosa Pasión, ten Misericordia de nosotros y del mundo entero". (diez veces)

Al terminar las cinco decenas se dice tres veces:

"Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten Misericordia de nosotros y del mundo entero."

Para terminar rezamos:
El Credo y una Salve; para después santiguamos de despedida.

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,  vida, dulzura y esperanza nuestra.  
Dios te salve.  A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora Abogada Nuestra,  vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.
Oh, clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,  
para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Amén

Al último, ésta Jaculatoria y la oración final:

(Oh Sangre y Agua que brotaste del Santísimo Corazón de Jesús como fuente de Misericordia para nosotros, en Ti confío.)

Oración Final (opcional):

"Oh Dios Eterno, en quien la misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable, vuelve a nosotros Tu mirada bondadosa y aumenta Tu misericordia en nosotros, para que en momentos difíciles no nos desesperemos ni nos desalentemos, sino que, con gran confianza, nos sometamos a Tu santa voluntad, que es el Amor y la Misericordia en sí Mismos. Amén" (Diario, 950).

Concluir con la Señal de la Cruz.

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén


Las promesas de Jesús para quien rece el Rosario de la Divina Misericordia

"Reza incesantemente este rosario que te he enseñado. Quienquiera que lo rece recibirá gran misericordia a la hora de la muerte".
"Por medio de este rosario obtendrás todo lo que me pides, si lo que me pides está de acuerdo con Mi voluntad"
"Cuando un pecador, por más grande que sea, rece este rosario con confianza y amor, llenaré su corazón de paz."
"Quiero que Mis sacerdotes recomienden el rezo de este rosario como última esperanza de salvación, por los pecadores"

"Cuando se rece este rosario al lado de un moribundo, me pondré entre Mi Padre y el alma del agonizante como un Redentor Misericordioso."

"Oh, qué gracias más grandes concederé a las almas que recen este rosario; las entrañas de Mi Misericordia se estremecen por quienes lo rezan".

"Hija Mía, me son muy agradables las palabras de tu corazón y por el rezo del rosario de la Misericordia acercas a Mí a la humanidad entera".

"Hija Mía, anima a las almas a rezar el rosario de la Misericordia que te he enseñado. A quienes lo recen les daré lo que me pidan. Cuando lo recen los pecadores empedernidos, colmaré sus almas de paz y la hora de su muerte será feliz... 

Proclama que ningún alma que ha invocado Mi Misericordia ha quedado defraudada ni ha sentido confusión. Me complazco particularmente en el alma que confía en Mi bondad".
(De las revelaciones de Jesús a Santa Faustyna Kowalska).





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