Dios envió a su Hijo, que nació de una mujer.
De la Carta de san Pablo a los Gálatas 4, 4-7
Hermanos: Cuando se cumplió el tiempo fijado, envió Dios a su Hijo, que nació de una mujer y se sometió a la Ley, para rescatar a los que vivíamos sometidos a la Ley y para que fuéramos hijos adoptivos de Dios. Y la prueba de que somos hijos, es que Dios nos envió el Espíritu de su Hijo para que viva en nuestro corazón. Ese Espíritu es el que nos hace clamar: Abbá, Padre. De manera que ya no eres esclavo sino hijo; y por ser hijo, Dios te hace heredero.
De la Carta de san Pablo a los Gálatas 4, 4-7
Hermanos: Cuando se cumplió el tiempo fijado, envió Dios a su Hijo, que nació de una mujer y se sometió a la Ley, para rescatar a los que vivíamos sometidos a la Ley y para que fuéramos hijos adoptivos de Dios. Y la prueba de que somos hijos, es que Dios nos envió el Espíritu de su Hijo para que viva en nuestro corazón. Ese Espíritu es el que nos hace clamar: Abbá, Padre. De manera que ya no eres esclavo sino hijo; y por ser hijo, Dios te hace heredero.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
Salmo 66
R/. Que te alaben, Señor, todos los pueblos.
• El Señor tenga piedad y nos bendiga, ilumine su rostro sobre nosotros; conozca la tierra tus caminos, todos los pueblos tu salvación.
R/.
• Que canten de alegría las naciones, porque riges el mundo con justicia, riges los pueblos con rectitud y gobiernas las naciones de la tierra.
R/.
• Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben. Que Dios nos bendiga, que le teman hasta los confines del orbe. R/.
EVANGELIO
Dichosa tú, que has creído.
Del Evangelio según san Lucas 1, 39-48
En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: “¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que hascreído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá”. María dijo: “Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador, porque puso sus ojos en la humildad de su esclava”.
Palabra del Señor.