
PRIMERA SEMANA DE CUARESMA-17 DE MARZO 2019
Primera lectura
Lectura del libro del Deuteronomio (26,4-10):
Dijo Moisés al pueblo: «El sacerdote tomará de tu mano la cesta con las primicias y la pondrá ante el altar del Señor, tu Dios. Entonces tú dirás ante el Señor, tu Dios: "Mi padre fue un arameo errante, que bajó a Egipto, y se estableció allí, con unas pocas personas. Pero luego creció, hasta convertirse en una raza grande, potente y numerosa. Los egipcios nos maltrataron y nos oprimieron, y nos impusieron una dura esclavitud. Entonces clamamos al Señor, Dios de nuestros padres, y el Señor escuchó nuestra voz, miró nuestra opresión, nuestro trabajo y nuestra angustia.
El Señor nos sacó de Egipto con mano fuerte y brazo extendido, en medio de gran terror, con signos y portentos. Nos introdujo en este lugar, y nos dio esta tierra, una tierra que mana leche y miel. Por eso, ahora traigo aquí las primicias de los frutos del suelo que tú, Señor, me has dado." Lo pondrás ante el Señor, tu Dios, y te postrarás en presencia del Señor, tu Dios."
Palabra de Dios
Salmo
Sal 90,1-2.10-11.12-13.14-15
R/. Está conmigo, Señor, en la tribulación
Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: "Refugio mío, alcázar mío,
Dios mío, confío en ti." R/.
No se te acercará la desgracia,
ni la plaga llegará hasta tu tienda,
porque a sus ángeles ha dado órdenes
para que te guarden en tus caminos. R/.
Te llevarán en sus palmas,
para que tu pie no tropiece en la piedra;
caminarás sobre áspides y víboras,
pisotearás leones y dragones. R/.
"Se puso junto a mí: lo libraré;
lo protegeré porque conoce mi nombre,
me invocará y lo escucharé.
Con él estaré en la tribulación,
lo defenderé, lo glorificaré." R/.
R/. Está conmigo, Señor, en la tribulación
Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: "Refugio mío, alcázar mío,
Dios mío, confío en ti." R/.
No se te acercará la desgracia,
ni la plaga llegará hasta tu tienda,
porque a sus ángeles ha dado órdenes
para que te guarden en tus caminos. R/.
Te llevarán en sus palmas,
para que tu pie no tropiece en la piedra;
caminarás sobre áspides y víboras,
pisotearás leones y dragones. R/.
"Se puso junto a mí: lo libraré;
lo protegeré porque conoce mi nombre,
me invocará y lo escucharé.
Con él estaré en la tribulación,
lo defenderé, lo glorificaré." R/.
Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (10,8-13):
La Escritura dice: "La palabra está cerca de ti: la tienes en los labios y en el corazón." Se refiere a la palabra de la fe que os anunciamos. Porque, si tus labios profesan que Jesús es el Señor, y tu corazón cree que Dios lo resucitó de entre los muertos, te salvarás. Por la fe del corazón llegamos a la justificación, y por la profesión de los labios, a la salvación. Dice la Escritura: "Nadie que cree en él quedará defraudado." Porque no hay distinción entre judío y griego; ya que uno mismo es el Señor de todos, generoso con todos los que lo invocan. Pues "todo el que invoca el nombre del Señor se salvará."
Palabra de Dios
La Escritura dice: "La palabra está cerca de ti: la tienes en los labios y en el corazón." Se refiere a la palabra de la fe que os anunciamos. Porque, si tus labios profesan que Jesús es el Señor, y tu corazón cree que Dios lo resucitó de entre los muertos, te salvarás. Por la fe del corazón llegamos a la justificación, y por la profesión de los labios, a la salvación. Dice la Escritura: "Nadie que cree en él quedará defraudado." Porque no hay distinción entre judío y griego; ya que uno mismo es el Señor de todos, generoso con todos los que lo invocan. Pues "todo el que invoca el nombre del Señor se salvará."
Palabra de Dios
Evangelio del domingo
Lectura del santo evangelio según san Lucas (4,1-13):
En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y durante cuarenta días, el Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado por el diablo.
Todo aquel tiempo estuvo sin comer, y al final sintió hambre.
Entonces el diablo le dijo: "Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan."
Jesús le contestó: "Está escrito: No sólo de pan vive el hombre".
Después, llevándole a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos del mundo y le dijo: "Te daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mí me lo han dado, y yo lo doy a quien quiero. Si tú te arrodillas delante de mi, todo será tuyo."
Jesús le contestó: "Está escrito: Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto".
Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso en el alero del templo y le dijo: Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: "Encargará a los ángeles que cuiden de ti", y también: "Te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras".
Jesús le contestó: Está mandado: "No tentarás al Señor, tu Dios".
Completadas las tentaciones, el demonio se marchó hasta otra ocasión.
Palabra del Señor
REFLEXION
Comenzamos el tiempo litúrgico de la Cuaresma. Tiempo propicio para sentirnos hijos amados de Dios Padre.
Este Padre que nos espera para quitarnos la ropa de la desconfianza y vestirnos con el traje nuevo de la dignidad. Profundicemos el mensaje de la Palabra de Dios.
Dos ceremonias (Dt 26, 1-2. 4-10)
El Deuteronomio nos remite a un texto muy antiguo, en el que los israelitas hacen una profesión de fe, (un credo), centrada en la liberación de Egipto:“Mi padre era un arameo errante que bajó a Egipto” (Dt 26,5); “El Señor nos sacó de Egipto con mano fuerte”(Dt 26,8); “y nos dio esta tierra”(Dt 26,9). En agradecimiento, los israelitas ofrecen los primeros frutos de la cosecha a Dios, porque Él los ha regalado esta tierra que ahora habitan.
Creer con el corazón y confesar con la boca (Rm 10, 5-13) San Pablo sitúa, frente a frente, las dos justicias: la que proviene de la Ley y la que proviene de la Fe. Ahora bien,
la fe no es privilegio de nadie. Todos somos iguales ante la Salvación que Dios nos ofrece por medio de Jesucristo. Si, a pesar de esta igualdad ante la salvación, sigue habiendo
quienes no dan crédito al mensaje, es porque Dios no impone sino que ofrece su Palabra a
personas libres y por tanto responsables de su conducta. Su argumentación está
en base a lo que Moisés ha dicho de la Ley: Para conocerla, no es necesario
subir al cielo, ni atravesar los mares…
Con mayor razón debe decirse esto del Evangelio, pues no es necesario subir
al cielo, para hacer bajar a Cristo, ya bajó Él en la Encarnación, ni descender
a los abismos para hacerle subir, ya que Él resucitó de entre los muertos.
La Escritura, arma eficaz contra la tentación (Lc 4, 1-13) En las tres tentaciones, Jesús acude a la Escritura para enfrentar los ataques del tentador. La respuesta de Jesús
en la primera es clara. Jesús rechaza la imagen de un Dios milagrero. En la segunda, el engaño consiste en colocar las riquezas sobre Dios. Jesús responde: “Está
escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y a Él solo rendirás culto”. En la tercera, el tentador es sutil, cita el salmo 90, le pide rechazar el camino más difícil, el camino de la Cruz proponiendo utilizar otra vía que le asegure grandes éxitos. La respuesta de Jesús es de total confianza en Dios: “No tentarás al Señor, tu Dios”. El episodio de las tentaciones nos llevan a colocar la Palabra de Dios como fundamento de nuestra vida y de nuestra historia.
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