- QUE ALEGRÍA ENCONTRARNOS HOY POR MEDIO DE DE LA PALABRA Y ASÍ PODER
INVOCAR AL ESPÍRITU SANTO QUE PROCEDE DEL PADRE Y DEL HIJO, PIDIÉNDOLEUNA ASISTENCIA ESPECIAL PARA QUE NOS AYUDE A ENTENDER SU PALABRA, EN
ESTE SEXTO DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO - CICLO C.
Motivación:
Hoy día es muy frecuente confundir felicidad con placer, y buscar éste por los caminos más rápidos y fáciles; Jesús nos advierte de lo erróneo de esta postura y proclama felices a los pobres, los hambrientos y los que lloran, a la vez que advierte de la insensatez de la riqueza y la saciedad. Escuchemos:
PRESTEMOS ATENCIÓN A LA NARRACIÓN DE ESTE TEXTO.
Jesús se retiró a una montaña para orar, y pasó toda
la noche en oración con Dios.
Cuando se hizo de día,
llamó a sus discípulos y eligió a doce de ellos, a los
que dio el nombre de Apóstoles.
Al bajar con éstos se detuvo en una llanura. Estaban
allí muchos de sus discípulos y una gran muchedumbre
que había llegado de toda la Judea, de Jerusalén y
de la región costera de Tiro y Sidón. Entonces Jesús,
fijando la mirada en sus discípulos, dijo:
«¡Felices ustedes, los pobres, porque el Reino de Dios
les pertenece!
¡Felices ustedes, los que ahora tienen hambre, porque
serán saciados!
¡Felices ustedes, los que ahora lloran, porque reirán!
¡Felices ustedes, cuando los hombres los odien, los
excluyan, los insulten y proscriban el nombre de ustedes,
considerándolos infames a causa del Hijo del hombre!
¡Alégrense y llénense de gozo en ese día, porque la
recompensa de ustedes será grande en el cielo! ¡De la
misma manera los padres de ellos trataban a los profetas!
Pero ¡ay de ustedes los ricos, porque ya tienen su
consuelo!
¡Ay de ustedes, los que ahora están satisfechos, porque
tendrán hambre!
¡Ay de ustedes, los que ahora ríen, porque conocerán
la aflicción y las lágrimas!
¡Ay de ustedes cuando todos los elogien! ¡De la misma
manera los padres de ellos trataban a los falsos profetas!»
Palabra del Señor. / Gloria a Ti, Señor Jesús.
En el Evangelio (Lc 6, 12-13. 17. 20-26) Jesús, luego
de elegir a sus apóstoles y en presencia de una gran
muchedumbre, procedente de toda Judea, incluida la de
Jerusalén y de las costas de Tiro y Sidón, que habían ido a
escuchar su mensaje y a pedir que los cure de sus dolencias
y enfermedades (Lc 17-19), pronuncia el programa del Reino:
las Bienaventuranzas. En primera instancia se dirige a los
pobres, a los que tienen hambre, a los que sufren y a los que
son perseguidos por causa del Hijo del Hombre, a quienes los
declara como dichosos y les promete el Reino. En cambio, los
ricos, que ya tienen consuelo en sus riquezas, los que están
saciados, los que ahora gozan, les anuncian que su situación
es efímera y un día se invertirá. De nada vale que ahora sean
elogiados por los hombres, porque si no cambian de actitud, el
juicio de Dios sobre sus vidas será de condena. Por lo tanto,
pobreza- riqueza, hambre-saciedad, llanto- alegría, remiten
a la vocación del discípulo- profeta que escucha y sigue a
Jesús. Los malvados merecen reprobación porque indica una
fe que NO fructifica (ya tienen ahora su consuelo), e indica el
“reino de los poderosos y no al “Reino de Dios”
3) Reflexión
• El evangelio de hoy nos presenta las cuatro bienaventuranzas y las cuatro maldiciones del Evangelio de Lucas. Hay una manera progresiva en la forma que Lucas tiene de presentar la enseñanza de Jesús.
Hasta el 6,16, dice muchas veces que Jesús enseña a la gente, pero no llega a relatar el contenido de la enseñanza (Lc 4,15.31-32.44; 5,1.3.15.17; 6,6). Ahora, después de informar que Jesús vio la multitud deseosa de oír la palabra de Dios, Lucas trae el primer grande discurso que empieza con la exclamación:"¡Bienaventurados los pobres!" y "¡Ay de vosotros los ricos!", y ocupa todo el resto del capítulo (Lc 6,12-49). Algunos le llaman a este discurso el “Sermón de la planicie”, pues segundo Lucas, Jesús bajó de la montaña y se paró en un lugar de llanura donde hizo su discurso. En el evangelio de Mateo, este mismo discurso está hecho en el monte (Mt 5,1) y es el llamado "Sermón de la Montaña". En Mateo, el sermón tiene ocho bienaventuranzas, que tienen un programa de vida para las comunidades cristianas de origen judaica. En Lucas, el sermón es más breve y más radical. Contiene cuatro bienaventuranzas y cuatro maldiciones, dirigidas para las comunidades, constituidas de ricos y de pobres. Este discurso de Jesús va a ser meditado en el evangelio diario de los próximos días.
• Lucas 6,20: ¡Bienaventurados los pobres! Mirando hacia los discípulos, Jesús declara: "¡Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de los cielos!" Esta declaración identifica la categoría social de los discípulos. ¡Ellos son pobres! Y a ellos Jesús promete: “¡Vuestro es el Reino de los Cielos!” No es una promesa para el futuro. El verbo está al presente. El Reino les pertenece ya. En el evangelio de Mateo, Jesús explicita el sentido y dice: "¡Bienaventurados los pobres de Espíritu!" (Mt 5,3). Son los pobres que tienen al Espíritu de Jesús. Pues hay pobres con cabeza o espíritu de rico. Los discípulos de Jesús son pobres con cabeza de pobre. Como Jesús no quieren acumular, pero asumen su pobreza y, como él, luchan por una convivencia más justa, donde haya fraternidad y puesta en común de los bienes, sin discriminación.
• Lucas 6,21-22: ¡Bienaventurados los que ahora tiene hambre y lloran! En la 2ª y 3ª bienaventuranza Jesús dice. "¡Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados! ¡Bienaventurados los que ahora lloráis porque reiréis!" Una parte de las frases está al presente y otra al futuro. Aquello que ahora vivimos y sufrimos no es lo definitivo. Lo definitivo es el Reino que estamos construyendo hoy con la fuerza del Espíritu de Jesús. Construir el Reino trae sufrimiento y persecución, pero una cosa es cierta: el Reino va a llegar y “¡seréis saciados y reiréis!”.
• Lucas 6,23: ¡Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien....! La bienaventuranza se refiere al futuro: "Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien, os expulsen, proscriban vuestro nombre como malo por causa del Hijo del Hombre. ¡Alegraos ese día porque grande será vuestra recompensa, porque así fueron tratados los profetas!" Con estas palabras de Jesús, Lucas anima a las comunidades de su tiempo, que estaban siendo perseguidas. El sufrimiento no es estertor de muerte, sino dolor de parto. ¡Fuente de esperanza! La persecución era una señal de que el futuro anunciado por Jesús estaba llegando para ellas. Iban por el justo camino
• Lucas 6,24-25: ¡Ay de vosotros los ricos! ¡Ay de vosotros los que estáis hartos y os reís! Después de las cuatro bienaventuranzas a favor de los pobres y excluidos, siguen cuatro amenazas o maldiciones contra los ricos y los que se lo pasan bien y son elogiados por todos. Las cuatro amenazas tienen la misma forma literaria que las cuatro bienaventuranzas. La 1ª está al presente. La 2ª y la 3ª tienen una gran parte al presente y la otra al futuro. Y la 4ª se refiere enteramente al futuro. Estas amenazas sólo se encuentran en el evangelio de Lucas y no en el de Mateo. Lucas es más radical en la denuncia de la injusticia.
Delante de Jesús, en aquella planicie no había ricos. Sólo había gente pobre, venida de todos los lados (Lc 6,17-19). Asimismo, Jesús dice: "¡Ay de vosotros los ricos!" Y es que Lucas, al transmitir estas palabras de Jesús, estaba pensando más en las comunidades de su tiempo. En ellas había ricos y pobres, y había discriminación de los pobres por parte de los ricos, la misma que marcaba la estructura del Imperio Romano (cf. Sant. 5,1-6; Ap 3,17-19). Jesús hace una crítica dura y directa a los ricos: ¡Vosotros los ricos, ya tenéis consolación! ¡Vosotros ya estáis hartos, pero pasaréis hambre! ¡Vosotros os estáis riendo, pero quedaréis afligidos y lloraréis! Señal de que para Jesús, la pobreza no es una fatalidad, ni es fruto de prejuicios, sino que es fruto de enriquecimiento injusto de los otros.
• Lucas 6,26: ¡Ay de vosotros cuando todos hablen bien de vosotros, porque así vuestros padres trataron a los falsos profetas!” Esta cuarta amenaza se refiere a los hijos de los que en el pasado elogiaban a los falsos profetas. Es que algunas autoridades de los judíos usaban su prestigio y su autoridad, para criticar a Jesús.
Hasta el 6,16, dice muchas veces que Jesús enseña a la gente, pero no llega a relatar el contenido de la enseñanza (Lc 4,15.31-32.44; 5,1.3.15.17; 6,6). Ahora, después de informar que Jesús vio la multitud deseosa de oír la palabra de Dios, Lucas trae el primer grande discurso que empieza con la exclamación:"¡Bienaventurados los pobres!" y "¡Ay de vosotros los ricos!", y ocupa todo el resto del capítulo (Lc 6,12-49). Algunos le llaman a este discurso el “Sermón de la planicie”, pues segundo Lucas, Jesús bajó de la montaña y se paró en un lugar de llanura donde hizo su discurso. En el evangelio de Mateo, este mismo discurso está hecho en el monte (Mt 5,1) y es el llamado "Sermón de la Montaña". En Mateo, el sermón tiene ocho bienaventuranzas, que tienen un programa de vida para las comunidades cristianas de origen judaica. En Lucas, el sermón es más breve y más radical. Contiene cuatro bienaventuranzas y cuatro maldiciones, dirigidas para las comunidades, constituidas de ricos y de pobres. Este discurso de Jesús va a ser meditado en el evangelio diario de los próximos días.
• Lucas 6,20: ¡Bienaventurados los pobres! Mirando hacia los discípulos, Jesús declara: "¡Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de los cielos!" Esta declaración identifica la categoría social de los discípulos. ¡Ellos son pobres! Y a ellos Jesús promete: “¡Vuestro es el Reino de los Cielos!” No es una promesa para el futuro. El verbo está al presente. El Reino les pertenece ya. En el evangelio de Mateo, Jesús explicita el sentido y dice: "¡Bienaventurados los pobres de Espíritu!" (Mt 5,3). Son los pobres que tienen al Espíritu de Jesús. Pues hay pobres con cabeza o espíritu de rico. Los discípulos de Jesús son pobres con cabeza de pobre. Como Jesús no quieren acumular, pero asumen su pobreza y, como él, luchan por una convivencia más justa, donde haya fraternidad y puesta en común de los bienes, sin discriminación.
• Lucas 6,21-22: ¡Bienaventurados los que ahora tiene hambre y lloran! En la 2ª y 3ª bienaventuranza Jesús dice. "¡Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados! ¡Bienaventurados los que ahora lloráis porque reiréis!" Una parte de las frases está al presente y otra al futuro. Aquello que ahora vivimos y sufrimos no es lo definitivo. Lo definitivo es el Reino que estamos construyendo hoy con la fuerza del Espíritu de Jesús. Construir el Reino trae sufrimiento y persecución, pero una cosa es cierta: el Reino va a llegar y “¡seréis saciados y reiréis!”.
• Lucas 6,23: ¡Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien....! La bienaventuranza se refiere al futuro: "Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien, os expulsen, proscriban vuestro nombre como malo por causa del Hijo del Hombre. ¡Alegraos ese día porque grande será vuestra recompensa, porque así fueron tratados los profetas!" Con estas palabras de Jesús, Lucas anima a las comunidades de su tiempo, que estaban siendo perseguidas. El sufrimiento no es estertor de muerte, sino dolor de parto. ¡Fuente de esperanza! La persecución era una señal de que el futuro anunciado por Jesús estaba llegando para ellas. Iban por el justo camino
• Lucas 6,24-25: ¡Ay de vosotros los ricos! ¡Ay de vosotros los que estáis hartos y os reís! Después de las cuatro bienaventuranzas a favor de los pobres y excluidos, siguen cuatro amenazas o maldiciones contra los ricos y los que se lo pasan bien y son elogiados por todos. Las cuatro amenazas tienen la misma forma literaria que las cuatro bienaventuranzas. La 1ª está al presente. La 2ª y la 3ª tienen una gran parte al presente y la otra al futuro. Y la 4ª se refiere enteramente al futuro. Estas amenazas sólo se encuentran en el evangelio de Lucas y no en el de Mateo. Lucas es más radical en la denuncia de la injusticia.
Delante de Jesús, en aquella planicie no había ricos. Sólo había gente pobre, venida de todos los lados (Lc 6,17-19). Asimismo, Jesús dice: "¡Ay de vosotros los ricos!" Y es que Lucas, al transmitir estas palabras de Jesús, estaba pensando más en las comunidades de su tiempo. En ellas había ricos y pobres, y había discriminación de los pobres por parte de los ricos, la misma que marcaba la estructura del Imperio Romano (cf. Sant. 5,1-6; Ap 3,17-19). Jesús hace una crítica dura y directa a los ricos: ¡Vosotros los ricos, ya tenéis consolación! ¡Vosotros ya estáis hartos, pero pasaréis hambre! ¡Vosotros os estáis riendo, pero quedaréis afligidos y lloraréis! Señal de que para Jesús, la pobreza no es una fatalidad, ni es fruto de prejuicios, sino que es fruto de enriquecimiento injusto de los otros.
• Lucas 6,26: ¡Ay de vosotros cuando todos hablen bien de vosotros, porque así vuestros padres trataron a los falsos profetas!” Esta cuarta amenaza se refiere a los hijos de los que en el pasado elogiaban a los falsos profetas. Es que algunas autoridades de los judíos usaban su prestigio y su autoridad, para criticar a Jesús.
4) Para la reflexión personal
• ¿Miramos la vida de las personas con la misma mirada de Jesús? Dentro de tu corazón, ¿qué piensas de verdad: una persona pobre y hambrienta puede ser realmente feliz? Las telenovelas y la propaganda del comercio, ¿qué ideal de nos presentan?
• Diciendo “Felices los pobres”, Jesús ¿estaba queriendo decir que los pobres han de seguir en la pobreza?
• Diciendo “Felices los pobres”, Jesús ¿estaba queriendo decir que los pobres han de seguir en la pobreza?